Cuando Alemania atacó Noruega en 1940 con una operación naval sobre diferentes puertos para tomar el país, el motivo principal era el transporte de acero sueco que se embarcaba en el puerto de Narvik y era un elemento fundamental para la maquinaria bélica
Cuando Alemania atacó Noruega en 1940 con una operación naval sobre diferentes puertos para tomar el país, el motivo principal era el transporte de acero sueco que se embarcaba en el puerto de Narvik y era un elemento fundamental para la maquinaria bélica. En esta carrera por tomar Noruega, tanto las tropas franco-británicas como las germanas pretendían lo mismo, aunque fueron los segundos los que finalmente lo consiguieron.
Sin embargo, fue a partir de 1942 cuando la flota de alta mar dejó el Atlántico para instalarse en los fiordos noruegos con la idea de atacar los convoyes aliados que se dirigían hacia los puertos rusos de Mursmank y Arkangel, pasando cercanos a Cabo Norte. Durante dos años la Kriegsmarine, con sus bases en el norte de Noruega, intentó cortar el flujo de convoyes aliados con ayuda material para los soviéticos.
En paralelo, el acorazado Tirpitz, gemelo del Bismarck, fue la unidad principal durante este periodo, 1942-44, hasta su hundimiento. Por eso la historia de la Kriegsmarine en Noruega corre en paralelo con las evoluciones del acorazado. Tras el hundimiento de «La Reina solitaria del Norte» todo acabaría en aquel frente.