Aunque nació como una unidad puramente de Infantería, y esa es la imagen más conocida del Tercio de Extranjeros, La Legión contaría con un escuadrón de Caballería pocos años después de su nacimiento.
La Caballería de La Legión. Del Escuadrón de Lanceros al Grupo de Caballería de Reconocimiento
UN ASPECTO POCO CONOCIDO DE LA UNIDAD MAS COMBATIVA DEL EJÉRCITO ESPAÑOL
Aunque nació como una unidad puramente de Infantería, y esa es la imagen más conocida del Tercio de Extranjeros, La Legión contaría con un escuadrón de Caballería pocos años después de su nacimiento. El terreno norteafricano se adaptaba mal a las operaciones del Escuadrón de Lanceros –que así se llamaba– y éste sería disuelto en 1932, en pleno período republicano.
Durante la Guerra Civil española, el Batallón de Carros del Ejército del Norte fue transformado en «Bandera» en febrero de 1938, utilizando carros de diversa procedencia. Pese a su incorporación a La Legión, hay que matizar que en ningún caso lo fue como unidad de Caballería.
En 1958, con motivo del conflicto de Ifni-Sahara, la Caballería Legionaria sería reconstituída y volvería a entrar en combate. De esta manera nacerían los denominados Grupos Ligeros Blindados, que cambiarían de nombre en los años 60 del siglo XX pasando a denominarse Grupos Ligeros Saharianos, integrados en los Tercios «D. Juan de Austria», 3º de La Legión –El Aaiún–, y «Alejandro Farnesio», 4º de La Legión –Villa Cisneros–.
Tras el abandono del Sahara por parte del gobierno español, el Grupo de Caballería de La Legión sobreviviría pasando a Fuerteventura y luego a Ronda, donde hoy presta servicio como Grupo de Caballería de Reconocimiento «Reyes Católicos», integrado en la Brigada de La Legión (BRILEG).