En 1944 Adolf Hitler ordenó la creación de una línea defensiva basada en ciudades-fortaleza capaces de detener al enemigo y servir de base para una contraofensiva que muy pocos veían ya factible. Breslau, en la Baja Silesia, fue una de las ciudades elegidas.
En 1944 Adolf Hitler ordenó la creación de una línea defensiva basada en ciudades-fortaleza capaces de detener al enemigo y servir de base para una contraofensiva que muy pocos veían ya factible. Breslau, en la Baja Silesia, fue una de las ciudades elegidas.
Para su fortificación se construyeron anillos defensivos y búnkeres, se reforzó su artillería y se militarizó a la población civil. Cuando se produjo el ataque soviético la ciudad fue cercada. Se dirigió desde Berlín su aprovisionamiento desde el aire. Unidades de paracaidistas descendieron a bordo de planeadores, mientras en tierra regimientos como el SS “Besslein” rechazaban al enemigo y protagonizaban golpes de mano que le obligaban a ponerse a la defensiva.
Breslau no fue conquistada: su comandante militar entregó la ciudad cuando Berlín había ya caído y habían cesado los combates en Europa.
Este nuevo número de la colección “Imágenes de Guerra”, ilustrado con más de 180 fotografías y mapas, ofrece al lector la apasionante historia del que fue el último bastión del Reich.
ÍNDICE
Prólogo
Breslau: La Fortaleza
Del Vístula al Óder
Tropas en Breslau
Comienza el Asalto
Se estrecha el cerco
Tras la guerra