El siglo XX fue pródigo en el uso de la violencia en al ámbito de lo político. Una de las manifestaciones de ello fue la existencia de milicias que actuaron a las órdenes de partidos políticos, un fenómeno que se dio especialmente tras la 1ª Guerra Mundial.
Descripción
El siglo XX fue pródigo en el uso de la violencia en al ámbito de lo político. Una de las manifestaciones de ello fue la existencia de milicias que actuaron a las órdenes de partidos políticos, un fenómeno que se dio especialmente tras la 1ª Guerra Mundial.
Por su transcendencia en la historia, la más importante de esas milicias fue la Guardia Roja del partido bolchevique. El resultado de la acción de aquella Guardia Roja fue un régimen, el soviético, que impuso su política dictatorial sobre Rusia y sus territorios coloniales desde 1917 a 1991 y un dominio imperialista sobre Europa oriental desde 1945 hasta la caída del Muro de Berlín.
Pero la más afamada de las milicias políticas del siglo XX fue la conocida como «Sturm Abteilung» (SA o Sección de Asalto), vinculada al NSDAP, Partido Nacional Socialista Obrero Alemán.
La existencia de la SA, lejos de ser una rareza o un capricho de Hitler y los nazis, no era sino otro síntoma de la radicalización que caracterizó la vida política en la Alemania de entreguerras.
Si bien la organización perdió su capacidad de influir en las grandes decisiones políticas tras la «noche de los cuchillos largos», desde 1934 y hasta 1945 mantuvo notable influencia en la sociedad alemana, contribuyendo decisivamente a mantenerla fiel al nacional-socialismo.
Tras la victoria aliada, el Tribunal de Nüremberg condenó a un gran número de los líderes políticos y militares del III Reich.. Pero ninguno de los enjuiciados en los grandes procesos ante ese Tribunal fue uno jefe de la SA ni atribuyó carácter de «organización criminal» a la misma, lo que libró de no pocas penalidades a los cientos de miles de alemanes que habían pertenecido a ella.