Durante la década de los treinta, la Alemania de Hitler, como paso previo a cualquier movimiento ofensivo, buscó defender sus fronteras, tanto las terrestres como la marítima. Fruto de ello fue la construcción tanto de la Ostwall como de la Westwall, y la modernización de las defensas costeras del litoral germano.
Durante la década de los treinta, la Alemania de Hitler, como paso previo a cualquier movimiento ofensivo, buscó defender sus fronteras, tanto las terrestres como la marítima. Fruto de ello fue la construcción tanto de la Ostwall como de la Westwall, y la modernización de las defensas costeras del litoral germano.
A lo largo de la guerra, la importancia de estos sistemas defensivos disminuirá en favor de la mucho más poderosa Atlantikwall, que será objeto de un estudio posterior.