Durante la Segunda Guerra Mundial, las aguas septentrionales españolas no sólo fueron escenario de ataques submarinos italo-alemanes contra la navegación enemiga y neutra, incluida la española. Además, uno de cada diez mercantes del Eje buscaron refugio en el norte en 1939.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las aguas septentrionales españolas no sólo fueron escenario de ataques submarinos italo-alemanes contra la navegación enemiga y neutra, incluida la española. Además, uno de cada diez mercantes del Eje buscaron refugio en el norte en 1939. Pronto los aliados empezarían a darles caza en una lucha implacable hasta 1944. Casi la mitad de los submarinos del Eje que repostaron o repararon en España lo hicieron en Ferrol, Vigo y Santander.
Más de media docena de buques de guerra aliados fueron internados en puertos contábricos. Pero todavía menos conocido del público general es el hecho de que los aviones y submarinos aliados también hundieron buques enemigos fondeados en aguas españolas.
Las primeras mareas negras serias sufridas por el litoral gallego se producirían en 1941 y 1943. Los pescadores gallegos y vascos eran atacados con frecuencia por tirios y troyanos, no pocas veces pagando con su vida la lucha cotidiana en los años del hambre y el racionamiento… ataques de los que no se libraban ni siquiera los buques de guerra españoles.
Este libro pretende iluminar algunas zonas oscuras de la guerra en un país que era neutral tan solo en apariencia