La División Azul es la más famosa de las unidades de voluntarios anticomunistas de la Segunda Guerra Mundial. Desde su comandante en jefe hasta el último soldado, todos contribuyeron a su historia con sangre, dolor y sacrificio, con desenfadado humor y con picaresca o idealismo
La División Azul es la más famosa de las unidades de voluntarios anticomunistas de la Segunda Guerra Mundial. Desde su comandante en jefe hasta el último soldado, todos contribuyeron a su historia con sangre, dolor y sacrificio, con desenfadado humor y con picaresca o idealismo. Innumerables divisionarios registraron aquella épica aventura en sus diarios personales, los cuales, con el paso del tiempo, han adquirido una importancia histórica superlativa.
Joaquín María Usunáriz, un vasco veterano de la Guerra Civil, estuvo encuadrado en aquella División española durante 609 días. Competente oficial artillero y condecorado con la Cruz de Hierro, también anotó sus vivencias bélicas en dos agendas con tapas de hule negro. A 75 años vista, la publicación de su diario, gracias a las correspondientes notas explicativas, constituye uno de los mejores documentos jamás escritos sobre la campaña de Rusia. Junto a los acontecimientos cotidianos y los afanes de su autor, desfilan entre sus páginas los dramáticos combates librados por los voluntarios azules en los frentes del Voljov y de Leningrado.