La vida del general alemán Oskar Ritter von Niedermayer daría, sin duda, para ilustrar varios libros del género de aventuras. Militar de la vieja escuela; inquieto y estudioso; aventurero y políglota; maestro de geopolítica; fascinado por el islam, y converso a una de las ramas del chiismo…
La vida del general alemán Oskar Ritter von Niedermayer daría, sin duda, para ilustrar varios libros del género de aventuras. Militar de la vieja escuela; inquieto y estudioso; aventurero y políglota; maestro de geopolítica; fascinado por el islam, y converso a una de las ramas del chiismo…
Su gran aportación a la política exterior alemana previa a la Primera Guerra Mundial sería, precisamente, articular un proyecto geoestratégico —en sintonía con los deseos del káiser— para profundizar la alianza con el Imperio otomano y apoyar a los pueblos islámicos sometidos, llamando a la yihad contra Gran Bretaña, Francia y el imperio zarista.
En el período de entreguerras, fue uno de los dos oficiales alemanes que dirigieron durante diez años la oficina que coordinaba las operaciones secretas de la Reichswher germana en Moscú: el "Moskauer Büro".
Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Von Niedermayer pasó a prestar servicios en el Abwehr —el servicio secreto de Canaris—, como experto en temas de próximo y extremo oriente —creando las denominadas "Sonderverband" 287º y 288º, nucleo de lo que sería la Legión Árabe Libre—, aunque su enorme aportación a la causa alemana en el conflicto sería la organización de las denominadas "Legiones Orientales".