Partiendo de la nada y con una aportación alemana e italiana poco valiosa –militarmente hablando–, el Ejército sublevado el 18 de julio de 1936 llegó a organizar dos unidades de carros de combate a nivel Agrupación, francamente importantes en el contexto de la Guerra Civil Española.
Descripción
Partiendo de la nada y con una aportación alemana e italiana poco valiosa –militarmente hablando–, el Ejército sublevado el 18 de julio de 1936 llegó a organizar dos unidades de carros de combate a nivel Agrupación, francamente importantes en el contexto de la Guerra Civil Española.
La captura de blindados y carros soviéticos, vendidos por aquel país al frente popular, constituyó la fuente principal de materia prima para que aquellas unidades –agregadas al Ejército del Norte y al del Sur– llegaran a alcanzar la potencia de fuego que consiguieron al finalizar el conflicto.
En este libro se ofrece una visión general del proceso de contitución de las unidades nacionales dotadas de este material en el transcurso de la Guerra Civil.